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Para la mayoría de la sociedad estadounidense, el terrorismo ha sido la encarnación del mal en la tierra.los terribles sucesos del ataque inhumano a las torres gemelas aun permanecen como testimonios de la crueldad de este tipo despiadado de agresión contra miles de ciudadanos inocentes. Este modelo paradigmático de hostilidades ha cobrado actualmente extraordinaria vigencia en los anales bélicos de la humanidad. La historia de las guerras a través de los tiempos está matizada por esta forma del accionar agresivo entre bandos; lo ocurrido en New York es muestra de alguna forma de la indiferencia ética de los valores aceptados socialmente para destruirnos y matarnos mutuamente. El terrorismo es la justificación para atacar a cualquier grupo en conflagración cuando la violencia trasgrede los límites del entendimiento humano. Se ha llegado a tal punto, que esta forma de agresión intimidatoria también es justificada y utilizada por Estados y Naciones contra pueblos víctimas de la asimetría. Ya es ordinario recibir información del acoso de potencias impúdicas que justifican la eficacia de su accionar contra sus enemigos e intereses en distintas latitudes del planeta. El comportamiento maniqueo que ofende a la veracidad y la justicia repugna a la conciencia moral del humanismo como centro de la reflexión interior. El caso del ataque y muerte de los familiares del líder Gadafi y la terrible guerra denominada ¨Plomo Fundido¨ del Estado Israelita contra el pueblo palestino en Gaza, son evidencias suficientes de estas formas viciosas de embestida de multitudes. Como toda supuesta caída emblemática, el caso de Osama Bin Laden se convertirá en el caldo de cultivo de los más descabellados argumentos del imaginario colectivo norteamericano y de otras sociedades del mundo; ya sobran las interrogantes del acontecimiento y las dudas que desde ahora forman parte del entramado análisis de los hechos. Hay suficientes elementos que cuestionan la veracidad del enfrentamiento a tal punto que se registran opiniones vituperables de la desvergüenza y el escándalo de su entierro, lanzando su cadáver al mar en tiempo record. De algo en que si tengo un alto grado de certeza, es que el supuesto ataque de las tropas elites del ejército de USA al denominado complejo habitacional escondite del más buscado en Pakistán, se convertirá en preeminentes argumentos de millonarias películas de la flamante industria del cine y la Tv norteamericana. La era mediática ha proporcionado muchos inverosímiles argumentos para distraer y entretener a la conciencia humana. Los productores de Hollywood sugerirán que se afirmen las bondades de valentía, arrojo, inteligencia de los principales personajes que defienden a los Estados Unidos de la barbarie representada en este caso por Osama. Observaremos los más minuciosos detalles de la planificación y ejecución de la operación militar y todos los extraordinarios esfuerzos de inteligencia para ubicar al enemigo No 1 de la humanidad. Se recordará las imágenes del ataque inmisericorde de las torres gemelas, se mostraran los equipos utilizados y eventos acaecidos: los portaviones, helicópteros, satélites espías, reuniones en la Casa Blanca en Washington DC., al Presidente Obama y sus más cercanos asesores de seguridad nacional. Desde ahora los libretista occidentales se cuidaran de no abundar en excesos en la ya maltratada imagen del pueblo árabe y quienes profesan la religión musulmana. Ya es común para nuestras pantallas del cine observar el arquetipo que continuamente se ofrece de los pueblos del Medio Oriente como gérmenes del terrorismo internacional: lo descuidado de sus barbas, sus formas de vidas agresivas contrarias a cualquier comportamiento social occidental; en otras palabras el prototipo del transgresor social. Lo cierto del caso es que la realidad y la ficción se entremezclaran para así continuar con todo el cinismo en que nos estamos acostumbrando en estos tiempos postmodernos. Por supuesto los ´´muchachos buenos´´ de la película serán los occidentales y en especial el malo será Osama. No dudo desde ahora, que su imagen será ofrecida como un ser que perdió su sensibilidad moral, afectiva y social, que orientaba su vida de manera pragmática persiguiendo la destrucción de la cultura occidental, pasando por encima de normas sociales y cualquier ética de sensibilidad humana. De nuestro lado, como patriota venezolano, un profundo respeto por los hermanos pueblos árabes, cuna real de la civilización occidental: de su seno surgieron los valores fundamentales de la convivencia de la humanidad. Jesucristo es hijo de los sentimientos más sagrados de la cultura semita y del amor imperecedero entre los seres humanos! Venceremos 2012!