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17.Jun.2011 / 09:50 pm / Haga un comentario

Este primer semestre de 2011, vislumbra que muchos aspectos de la política internacional y nacional marcaran el resto de la década en materia energética. La crisis del sistema capitalista y su condición depredadora es inocultable, especialmente en Europa occidental. Los ensayos monetaristas y financieros lucen agotados en las naciones con más dificultades en la producción, el consumo, la capacidad empleadora y el equilibrio justiprecios de los bienes y servicios. Los centros del poder en conchupancia mediática con la prensa, radio y tv. no han calmado la indignación de millones de jóvenes, amas de casas y trabajadores que sienten melladamente las condiciones de su calidad de vida y de buen vivir. Las manifestaciones en España, Grecia y Chile confirman que estas tendencias seguirán la ruta de las revueltas y el reacomodo político. De manera pacífica Perú se enrumba a procesos de transformación social más allá de las expectativas de sus gobernantes. Será inevitable las demandas de los electores y el peso de la inmensa deuda social de ese hermano pueblo bolivariano. En el lejano oriente, Japón y su crisis telúrica derrumbó también el denominado progreso infinito. Se aprecia inevitablemente el cierre del ciclo energético de las plantas nucleares, imprimiendo a los hidrocarburos y energías alternativas la posibilidad de un desarrollo sin emergencia de cataclismos. Alemania ha tomado la sabia decisión de suprimir en los próximos años los programas de aprovechamiento eléctrico a partir de la energía atómica, contemplando sólidos esquemas de equilibrio ambiental y racionamiento de la energía. La descarada intervención del Imperio norteamericano y sus aliados de la OTAN, que como buitres atacan al pueblo de Libia, confirman que el petróleo se configura para las próximas décadas en factor geopolítico de guerras e invasiones de naciones y regiones productoras del vital componente de las industrias y el comercio. Todos los países que tienen grandes reservas de hidrocarburos como Venezuela están en la mira de las grandes corporaciones y sus ejércitos invasores. En nuestro caso se ha formulado múltiples interrogante con la crisis eléctrica por el alto consumo, derroche y debilidades en la planificación y administración de este importante servicio. La patria de Bolívar tiene tremendos desafíos, entre ellos fortalecerse para enfrentar las pretensiones y ambiciones de las naciones poderosas por nuestro vital recurso. Con sabiduría es necesario abordar estas circunstancias supremas con el concurso de todos los compatriotas. Es inevitable politiquear esta realidad en tiempos electorales. Las políticas públicas que direccionan estos dos importantes temas de la industria petrolera y la electricidad deben ser abordadas conscientemente y francamente ante el colectivo nacional. Al frente de estas inmensas responsabilidades están tres venezolanos de gran prestigio y actitud patriótica a toda prueba: Rafael Ramírez y Alí Rodríguez, quienes tienen la experiencia, los conocimientos y la suficiente madurez, que juntos al Comandante en Jefe, Hugo Chávez, pueden equilibrar las tensiones de la nueva realidad geopolítica internacional y sus profundas implicaciones en nuestra nación. Es necesario incorporar este complejo debate a la cotidianidad de nuestras familias, compatriotas y camaradas. Es más que evidente, que este modelo económico nacional, rentístico y de despilfarro tiene que racional y emocionalmente acabarse. Es hora de construir actitudes de equilibrio ecológico para un desarrollo armónico del buen vivir y fortalecimiento de la dignidad del pueblo venezolano. Somos hijos e hijas del Padre que superó las mil dificultades. ¡Venceremos 2012!

 

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