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15.Jul.2011 / 06:25 pm / Haga un comentario

Es ineludible la reflexión sobre la transición y el cambio en estos tiempos. Si hay algo permanente es el cambio. Conceptualmente la revolución en sí misma es un paradigma que concibe a la realidad como procesos en continua transición y transformación. En primer lugar sabemos que la dinámica socio económica como la vida misma es cambiante e inevitable. Basta sencillamente observar como en los campos brotan los retoños de las semillas del mango; cambiando paulatinamente con la fortaleza y crecimiento de su endeble tallo y hojas, hasta convertirse en los frondosos árboles y sus ricos frutos. La crisis capitalista que vive Europa y especialmente en Grecia, Portugal, Italia y España entre otros, se originó en EEUU. Esta irreversible circunstancia es fruto, entre otras cosas de la liberalización y desregulación financiera, pero esencialmente por los procesos especulativos de la banca privada para obtener ganancias acosta de los capitales privados de empresas y usuarios. Las expresiones de intervenciones paqueteras y de reformas muy fuertes por parte del Estado Liberal europeo son para mantener la gobernalidad de un sistema que ya muestra la costura irremediable del cambio social. A los capitalistas, cada vez más les cuesta justificar y argumentar las reformas. Los políticos de la derecha europea y sus pares de la izquierda confrontan lo del libre juego del mercado, el desplome del Euro y la actitud del pueblo trabajador paciente por ser tomado en cuenta en los destinos de la economía. Muchos opinan que con estas medidas no se está en condiciones de resolver la crítica situación de la sociedad de estos países del viejo continente. Ya no se puede ocultar que se realizaron con dinero y recursos del Estado, rescates financieros extraordinarios, con elevadísimos montos para atender y salvar a la banca privada, tal como se hizo en la Venezuela del 90’. Las instituciones financieras que habían creado la crisis, lograron el consenso para ser atendidos. Los bancos privados se salvaron, pero los rescates generaron muy elevados déficits fiscales. Los banqueros volvieron a tener grandes ganancias y nuevamente revirtieron a sus ejecutivos con cifras astronómicas; pero muy poco hicieron los gobiernos por los trabajadores, por los nuevos profesionales desempleados, por los jóvenes y las familias más necesitadas y explotadas por las hipotecas y altos costos. La sociedad de estas naciones percibe que los grandes sacrificios los realiza el pueblo llano que tolera la más alta tasa de desempleo y la mala calidad de vida. La ciudadanía está saliendo a la calle, a las plazas; y especialmente se muestra indignada por tal desfachatez. En nuestro caso el Comandante Chávez personalmente asumió la crisis bancaria dándole repuestas contundentes a los usuarios estafados; con igual prontitud se llevaron a la justicia a los banqueros y especuladores que intentaron desestabilizar a la nación. El equipo económico monitorea objetivamente a los indicadores y controla la inflación; las grandes misiones sociales se emplean a fondo para solventar la atención a los problemas de alimentación, educación, salud y vivienda. Al Comandante a pesar de sus dolencias, lo vimos caminar metro a metro cuando las torrenciales lluvias y deslaves derrumbaban barriadas populares, puentes, vialidad y campos agrícolas. Las miles de familias más pobres, damnificadas por los eventos climatológicos, se atienden a pesar de la complejidad del asunto. La tasa de desempleo bajo significativamente en los últimos años y el pasado 1ero de mayo se aumentó en más de un 45% los salarios de los trabajadores. A diferencia de muchos gobiernos europeo que se sumaron descaradamente a las pretensiones imperiales para atacar a Libia y acompañar los embargos y guerras de otras naciones; aquí le dimos un parao al imperio gringo que quiere subyugar a PDVSA y nos solidarizamos con los hermanos pueblos oprimidos del mundo. La contra revolución venezolana espera un cambio y no se ha dado cuenta que aquí estamos transitando desde 1989, con el ejemplo que Caracas dio, al cambio del capitalismo burgués hacia una patria bolivariana. Es evidente que el capitalismo está hundiendo a Europa, y aquí en una hija de Bolívar transitamos al socialismo del siglo XXI. Con la actitud amorosa del pueblo venezolano y el deseo fraternal por la salud de nuestro Comandante ¡Venceremos 2012!

 

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