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14.Oct.2011 / 05:45 pm / Haga un comentario

Una constante que las élites políticas, económicas y militares que gobernaron al país durante todo el siglo XX fue que olvidaron que la razón fundamental de las administraciones es procurar la mayor suma de felicidad posible para sus gobernados. Por supuesto, la felicidad es mas que toda la complejidad suprema de logros concretos, reales y materiales en el diario buen vivir de todas y cada una de las familias; también es necesario que los ciudadanos independientes de sus posicionamientos políticos y sociales sientan que sus percepciones, pensamientos y acciones se compartan democráticamente en la sociedad, y especialmente sean realmente tomados en cuenta. Las razones del protagonismo y la participación democrática juegan un papel muy importante en nuestras sociedades postmodernas. La política esencialmente es humana. Se requiere como parte de la genética social que a cada individuo en su conciencia personal y colectiva se le reconozca su derecho natural de protagonismo en sus asuntos de vida privada, pública y colectiva. Los seres humanos esencialmente somos seres sociales, somos seres comunitarios, somos seres políticos. El gen social y político nunca podrá mediatizarse, ni suprimirse. Es la situación de seres gregarios, sociales y políticos, lo que nos permite períodos de encuentros y desencuentros. Es esa condición muy humana, la que nos impulsa a compartir la gratitud esplendida de la felicidad de la vida y también sus vicisitudes más agrias: la ruptura y la confrontación. El cambio político de carácter revolucionario más resaltante de la patria bolivariana en esta era chavista fue la oportunidad de llamarnos a constituyente, para construir desde el poder originario del pueblo patriota, un nuevo contrato social, que se materializó en La Constitución de La República Bolivariana de Venezuela. Uno de los atributos más significativos de nuestra constitución del 99´ ha sido la repolitización de la sociedad venezolana. “La Repolitización”, es la confrontación civilizada de las visiones que tenemos los seres humanos de cómo construir la convivencia y ordenamiento de la vida en sociedad; de la defensa de los colectivos y las personas en particular, tanto en su desarrollo integral como el respeto a su dignidad; de la igualdad y la justicia sin distingos de ningún tipo; de la libertad y los derechos humanos; de la búsqueda de una humanidad justa y amante de la paz; de la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo venezolano y nuestra relación humana y civilizada con otras naciones del mundo; de la solidaridad, cooperación y corresponsabilidad social e individual en el marco de nuestra actuación personal y colectiva; de la “Soberanía” como principio irrenunciable del “Poder de Pueblo” que tienen los venezolanos en la patria bolivariana, y de la intransferibilidad de ese “Poder” para desplegar el dominio sobre los asuntos públicos ( elegir, controlar, ejecutar y legislar). Es “normal” que dentro de una misma sociedad pueden existir distintas élites, grupos sectoriales y movimientos sociales, dependiendo de los intereses particulares de cada una de ellos. La existencia de estas élites, grupos y movimientos en plural se relaciona con la creciente diferenciación de la sociedad. En la medida que distintos campos sociales se van haciendo cada vez más autónomos tanto en las artes, las ciencias y la política, irán emergiendo nuevos grupos sectoriales y movimientos sociales que defenderán e impondrán sus propios puntos de vista de manera genuina. Desde este ángulo de la inclusión social, uno de los problemas centrales de la revolución bolivariana será la integración horizontal de la sociedad venezolana; es decir, el mantenimiento de relaciones medianamente armónicas entre distintos grupos sectoriales y movimientos sociales tanto los chavistas entre si, como con los opositores. Por otra parte, también se presenta un desafío al superar la desintegración vertical de cualquier perversa diferenciación social que atente con la construcción de una patria socialista e independiente. ! Viviremos y Venceremos!

 

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