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¡ FANB ALERTA !
Un aspecto que contundentemente se ha planteado en la Asamblea Nacional, ha sido las denuncias sobre las injerencias intervencionistas del imperio norteamericano y los cancerberos de la OTAN con los pueblos del mundo. Con la complicidad de la mediática belicista internacional, el formato aplicado a la nación Libia, desgraciadamente les dio resultados; hoy este país africano vive la traumática imposición de un gobierno pro imperial con el único fin de extraer las reservas de su petróleo para garantizar el precario mercado europeo. Es la manera mas descarada de apropiarse de los recursos naturales y materiales de dignas naciones. En esta oportunidad queremos denunciar nuevamente las pretensiones de estas maquinarias de guerra para provocar a la soberanía sagrada de nuestras aguas en el mar Caribe, con la presencia y espionaje de submarinos nucleares en esta semana de noviembre 2012, a pocas millas de la Isla La Orchila, durante un ejercicio de apresto de la gloriosa Fuerza Armada Nacional bolivariana. En anterior ocasión en 2006, el mismo Director Nacional de Inteligencia de los EEUU, John Negro ponte, admitió en una entrevista con la revista Time que los cuerpos de inteligencia de ése país estaban aumentando su presencia y trabajo en lugares en los que no han estado últimamente, y donde habían dejado que las cosas se atrofiaran desde el fin de la Guerra Fría, más que todo en América Latina y África. En aquella ocasión El submarino USS Virginia, salió de su puerto en la base naval de submarinos en Groton, Connecticut, el 12 de Setiembre del 2005, embarcando en una misión clasificada de secreta. El New London Day de Connecticut reportó que el Virginia había sido enviado al Comando Sur de los EEUU, debido a una necesidad urgente de espionaje y reconocimiento en esa área de mando del Pentágono. Aunque la Armada norteamericana no pudo hablar públicamente sobre las actividades y operaciones del Virginia, algunos voceros militares gringos dijeron que están prestando mucho más atención a la región del Comando Sur, que incluye al territorio de Centro América, el Caribe y toda Sur América. El espíritu y alma del pueblo venezolano no requiere de muchas explicaciones para descifrar las perniciosas intenciones de esta nueva violación del espacio marítimo nacional. Cada venezolano sabe que las verdaderas intenciones y preocupaciones del gobierno de los EE UU, es que la patria venezolana se consolida cada vez más en su visión y actitud soberana, especialmente cuando se ha certificado a nuestra nación como la primera reserva internacional de petróleo del planeta, con aproximadamente 300 mil millones barriles; lo que amerita fortalecer nuestra defensa y seguridad. Tenemos suficiente moral para exigirle a las Naciones Unidas y a todos los países, que nunca habrá justificación imperial para atacar y matar a ninguna población. Todos los barriles de petróleo no justifican la muerte de una sola vida; para Venezuela no es cuestión de apariencias, el clamor de nuestra patria es por la paz y libre auto determinación de los pueblos. La República Bolivariana de Venezuela tiene un génesis bizarro de lucha, solidaridad, tolerancia y cooperación; somos un pueblo que no ha guardado rencor, ni odios hacia nadie por nuestros trances, holocaustos y conflagraciones; al contrario hemos tenido el talante y madurez para superar los insondables prejuicios contra quienes han sido nuestros enemigos y adversarios. Venezuela es una tierra de gracia y honor para abordar estos delicados asuntos de conflictos bélicos sin ninguna vacilación ni complejos; pero tengan la certeza que no nos temblará el pulso para defender con nuestra estirpe la libertad, gentilicio y recursos que la Providencia nos legó. Es una exigencia telúrica legítima del polvo y barro de nuestros ancestros; Es un canto hierático de la sangre derramada por amor a la Patria. Es nuestra Utopía, es parte de nuestros sueños en esta convulsionada humanidad. Cada oficial, soldado y marinería que surcan a diario el suelo y aire patrio, ríos y mares, posee en su alma y espíritu, la sabia solemne de este pretérito glorioso. Hoy en sus unidades militares, tanques, buques, submarinos y aeronaves están prestos ante cualquier intención imperialista. Eso lo sabemos, el próximo enemigo de Venezuela vendrá por el mismo mar de la conquista, con potentes naves como ayer. Somos una pequeña nación grande en dignidad y soberanía. Ahora, aquí los estaremos esperando con la sabiduría del tiempo, el espíritu de nuestros antepasados, y con el favor y gracia del Dios de los Ejércitos. ¡Somos hijos de Bolívar! ¡Somos hijos de Libertadores y no de opresores y conquistadores! ¡Viva Venezuela! Esta es nuestra patria y la defenderemos hasta con la muerte de ser necesario. ¡Viviremos y Venceremos!