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Poder, Comunicación y Soberanía Popular.
En más de una oportunidad hemos mantenido que la Política esencialmente es humana; si bien es cierto que en el reino animal se evidencia algún tipo de organización para los que viven agrupados en jaurías, manadas, bandadas, inclusive en cardúmenes; sean reptiles, mamíferos, peces o aves; es solo en los seres humanos que se ha alcanzado un dominio de la naturaleza con la apropiación y desarrollo de las finitas fuentes de la supervivencia y la vida. La humanidad ha superado al resto de las especies en el uso y abuso de la territorialidad y ordenamiento de los espacios. El concepto de la jerarquía y lo social asumen matices diferentes por la presencia del Poder como categoría humana. La realidad del poder se centra en la imposición de voluntad sobre otras personas. Literalmente el poder se puede definir como la capacidad de un actor o grupo de individuos para modificar la voluntad de otros de sus pares en la forma deseada, imponiendo conductas a pesar de la presencia de resistencia. Para tales efectos la comunicación como elemento vital del sistema social, se convierte en el vehículo conector de estas relaciones de poder entre dos o más actores; en la que la acción de uno, es determinada por la de otro u otros individuos. La comunicación como proceso se convierte en una herramienta hábil para influir sobre las actitudes de otros, para cambiar las probabilidades de que otras personas respondan de determinadas maneras ante ciertos estímulos. La conexión entre el poder y la comunicación está íntimamente ligada para estos fines; de allí la posibilidad instrumental de sectores privilegiados por apropiarse de los medios y sistemas de comunicación con fines inminentemente de dominio del pensamiento, la información y los saberes de toda la comunidad, pueblos o naciones. El interés de los sectores dominantes en todo caso, responde casi de manera ciega por el afán de eliminar la disidencia y aumentar la posibilidad perceptiva del asentimiento. El control mundial de cadenas trasnacionales de medios de comunicación e información en la actualidad por estos sectores dominantes, reúne a estos factores de poder con fines de absoluto dominio e imperio. Por último, se conceptúa al poder como algo inherentemente asimétrico que descansa en la capacidad neta de grupos para aplicar y retirar recompensas o castigos a otros. El caso del pueblo Libio y su sometimiento, desnudo a estas no tan santas intenciones de los amigos de la OTAN. En nuestra Republica Bolivariana desde 1999 se han dado estos profundos debates sobre el poder, las comunicaciones y la soberanía a favor del glorioso pueblo venezolano. En nuestro caso estamos construyendo en nuestra sociedad, la posibilidad real que todas las personas tengamos derecho a expresar libremente los pensamientos, las ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión. Aspiramos a disminuir y acabar el anonimato, la propaganda de guerra, los mensajes discriminatorios u aquellos que inciten a la intolerancia o cualquier tipo de discriminación por causa social en toda su amplitud, de género, sexual o religiosa. La aspiración suprema de la sociedad venezolana es que la comunicación sea absolutamente libre y plural, y que se comporte a los sagrados deberes y responsabilidades que indiquen las leyes. Todo ciudadano en la patria de Bolívar tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de la Constitución del 99, así como a la réplica y rectificación cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada para su desarrollo integral. Muy pronto estaremos discutiendo un proyecto de ley que fortalece la soberanía popular con la refrescante ley del poder popular para las comunicaciones. La expresión más absoluta del poder está en la soberanía popular; todo el poder es del pueblo, el poder del pueblo es intransferible, y lo ejerce directamente de acuerdo a los postulados de nuestra Constitución Bolivariana. Todos los órganos y entidades del Estado Venezolano están sometidos a la soberanía popular! Los sectores sociales decadentes de la tradicional burguesía venezolana se resisten a esta realidad revolucionaria. Los factores de poder pro imperial nacional y sus agentes sabrán pronto de la extraordinaria cognición de la comunicación popular y sus trascendentes paradigmas de común unión y futuro. Viviremos y Venceremos!