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19.Oct.2012 / 05:31 pm / Haga un comentario

Cuantos meritos y eterno reconocimiento tendrán por siempre la generación patriota revolucionaria del siglo XIX, para los bolivarianos de esta época. Cuantas vicisitudes y sacrificios tuvieron que franquear esos fervorosos titanes de la independencia. Desde el martirio hasta el heroísmo. Es cierto que no todos se sumaron al proyecto republicano y redentor; no obstante fueron miles quienes juntos sobrellevaron con inspiración y fe sus sueños libertadores. Desde la lucidez precursora de Manuel Gual y José María España en la Guaira en 1797, hasta la Junta de Notables en Santa Ana del Norte, Margarita en 1816, con el reconocimiento al Padre Bolívar como Jefe Supremo del Ejército libertador; durante ese corto tiempo sólo transcurrieron apenas 19 años para comprender en la actualidad el influjo perpetuo de Angostura. Durante esas dos décadas, trascurrieron hechos extraordinarios como los sucesos de abril de 1810 y las pérdidas de dos repúblicas; sin contar la travesía y jornada imperecedera del Caribe y los Andes, así como tantas otras glorias y epopeyas. Nuestros héroes y heroínas recorrieron todo el país y el vasto territorio de América. Aún se respira en el castillo de Santa Rosa en la Asunción, los anhelos de la caraqueña Luisa Cáceres; se siente el trepidar heroico de José Antonio Anzoátegui en el sendero de Boyacá, allá en Tunja Colombia; dicen que aun hay vistillas del joven Mariscal Sucre, oriundo de Cumana rumbo al alto Perú para fundar una patria nueva en esas altas montañas. Cuanto amor, trascendencia, sensatez, ovarios y testículos tenían esos próceres. Venezuela siempre ha sido una tierra de gracia y honor para abordar con su pueblo heroico su futuro promisorio sin ninguna vacilación; cimienta su doctrina revolucionaria en la conciencia, ideas y acciones de nuestros libertadores y ciudadanos ilustres como el valiente perpetuo Simón Bolívar, el el universal Miranda y el maestro eterno Simón Rodríguez, quien murió escondido de sus sueños en un lugar lejano de Caracas; son mas que puñado entre centenares de hombres y mujeres combatientes e insignes patriotas, que se nos muestran con exigencia telúrica y legítima del polvo y barro de nuestros ancestros; su llamado siempre será un canto hierático de la sangre derramada por amor a la libertad. Es nuestra Utopía, es parte de nuestros sueños en esta convulsionada humanidad. Con apenas 20 años, desde el 4 de febrero, cuan lamentable es percibir que patriotas de hoy crean que el proyecto bolivariano y socialista del siglo XXI se circunscriba solamente a una elección presidencial y elecciones regionales o locales: aún mas se atina en patriotas que cuestionen las decisiones del Comandante en Jefe para cumplir la misión del 16 de diciembre, y peor aun miserablemente nos quieran dividir. El proyecto revolucionario de la generación del siglo XIX no tuvo fronteras ni localismos; fuimos como soldados de la patria hasta más allá del cansancio y las distancias. Los candidatos a gobernadores de 2012 están al servicio de la patria y la revolución como ayer lo hizo con majestad y humildad Mariño en Carabobo, Sucre en Ayacucho y Anzoátegui en Boyacá; como tantos otros que se encarnan en la mente, sabiduría y sensatez de nuestros patriotas del presente. Centremos nuestras energías para la batalla. Carabobo es organización y unidad, es el preámbulo de nuevas y necesarias victorias. Ya habrá tiempo para traidores e insensatos. Viviremos y Venceremos.

 

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