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Los venezolanos somos un pueblo glorioso y amante de la paz. Nadie duda que nuestra emancipación y sentido del honor haya sido producto del sacrificio popular en cruentos combates y resoluciones heroicas. A finales del siglo XX ejercimos nuestros poderes creadores para refundar nuestra república, tomando como base fundamental el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana. No tenemos referentes jurídico y legislativo del esfuerzo colectivo de este evento trascendente de la vida republicana. La constitución como texto sagrado de la ciudadanía venezolana nos definió como República Bolivariana de Venezuela, marcando un hito en el pensamiento y acción de la cultura popular. La mayoría de la población nos consideramos bolivarianos y abrazamos los valores de la libertad, independencia, paz, solidaridad, bien común, integridad territorial, convivencia e imperio de la ley. La constitución de 1999 es nuestra guía para construir en santa paz la sociedad del futuro. No obstante, sabemos que aún persisten grupos y factores de poder interno y externo, los cuales no han aceptado la resolución soberana del pueblo venezolano con su constitución. En principio, los opositores nunca estuvieron de acuerdo en promocionarla, menos aceptarla. En oportunidades han saboteado sus principios y valores, al punto que explícitamente la niega; le han quemado sus textos como muestra insensata del proceder ciudadano; inclusive estos grupos retrógrados intentaron desconocer toda su expresión y vitalidad con el golpe de abril 2002. En este momento sublime de la patria, cuando esperamos por el bienestar y salud del Presidente Chávez, intentan nuevamente llevarnos a situaciones superadas de paros, conflictos y desconocimiento de los poderes públicos. Se les olvida que el pueblo sencillo y noble de Venezuela esta dispuesto a no permitirlo. Han querido crear controversia por la Juramentación y el permiso otorgado por la Asamblea Nacional recientemente al Presidente, aun sabiendo del dolor de los chavistas por esta difícil situación de familia aquejada. Los magistrados de La Corte Constitucional del más alto Tribunal de La República han dirimido en honor y ley, estos serios asuntos de Estado. La sociedad lo ha aceptado, más no los aventureros del caos y los conflicto. En este año 2013, los venezolanos queremos trabajar y resolver múltiples problemas situacionales y de vieja data, igualmente mas bienestar y progreso para todos; Con proposición seguir fortaleciendo nuestra democracia participativa y protagónica, y no lidiar con promotores de paros y guarimbas. Estoy seguro que esta zamurera saldrá derrotada por la férrea voluntad de los hijos e hijas de Bolívar. Viviremos y Venceremos.