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18.Ene.2013 / 08:38 pm / Haga un comentario

El pueblo venezolano amante de la paz y profundas convicciones democráticas. Caracas, su capital, es un referente anímico y político de lucha y heroísmo. El ejemplo que Caracas dio mostró lo que nuestro pueblo es capaz de hacer para evidenciar su talante heroico y actitud libertaria. El heroísmo del venezolano no es guapetonismo, más bien su carácter afable y sencillo abriga la fortaleza humana y espiritual de principios y valores innatos de seres decididos a defender y luchar por su sentido de justicia y libertad. La estirpe Caribe enfrentó con furor y valentía el belicismo asimétrico del conquistador imperial. La patria venezolana tiene sus raíces profundas en la sabiduría y bravuras del mar y selva, que nos han marcado por siempre el inconsciente colectivo con sus infinitos gritos de libertad y su coraje en la lucha. Amamos la ascendencia milenaria de nuestros hermanos afro descendientes, que cargados de vivencias, magia, añoranzas y música sembraron la naturaleza indómita ancestral venezolana. Aun sentimos el peso de los siglos en las infames cadenas de la esclavitud. Estas marcas nos permiten saber identificar de inmediato al que ignominiosamente somete a sus congéneres sin importar los asuntos de caridad y dignidad, además osa pretender coaccionándonos por la fuerza. Los hijos de Bolívar no le temen ni le importa la estatura del oponente. Las gloriosas notas del himno patrio recogen esos anhelos del pobre y humilde que no olvida la necesaria ayuda del Altísimo para lanzar el yugo del opresor. De esa madera y barro somos los venezolanos, crisol de raza indómita con visión y actitud mulata de la Europa revolucionaria de la época; tan distinta a la conservadora de hoy, que indigna a millones de su propia tierra de mundo viejo. En nuestras mujeres no hay malinches ni cortesanas palaciegas que ofrecen y venden su patria. Los lacayos de nuevo cuño son productos de almas que vendieron su dignidad al capitalismo imperial. Este 10 de Enero 2013 nuevamente nos encontramos en Caracas, hermanados y unidos con el lazo de la América toda, para jurar por nuestra soberanía y fidelidad al líder patriota de estos tiempos del ahora: Comandante Invicto Hugo Chávez. Con sentimientos encontrados recordamos en la avenida Urdaneta, aquellos infaustos momentos del criminal golpe de Estado de abril 2002; cuando un grupo de patriotas en Puente LLaguno, se enfrentó a la perversa policía metropolitana y a francos tiradores de los hoteles contiguos. Hoy mas consciente que nunca, en este momento sublime de la patria, nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana afirma su protección patriota con sus poderosos aviones de combate Sukhoi SU-35 sobre puente LLaguno, para hacerle saber a la burguesía apátrida y a sus lacayos de siempre que somos un pueblo patriota, combatiente y decidido a ser libres. Viviremos y Venceremos.

 

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