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Una nueva estrategia de guerra sucia se impone contra Venezuela y su gloriosa Fuerza Armada. La ONG Transparencia Internacional, pretende desestabilizar la paz interna del País y desprestigiar a la FANB. Se trata de una organización integrada por exbanqueros del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, financiada por el Pentágono y empresas expulsadas de Venezuela por violar todas las disposiciones legales nacionales, son unos delincuentes de derecha que tratan de mal poner las instituciones del país. Recordemos que quienes difunden ese tipo de acusaciones sin fundamento son los mismos y las mismas que firmaron el decreto de Pedro Carmona Estanga, en el golpe de Estado de 2002. El desespero de quienes nos atacan es porque nuestra Fuerza Armada Bolivariana está moralizada y dejó de ser un instrumento de la oligarquía y de un imperio para ser parte de una revolución del pueblo. La TI es una organización que se dedica, supuestamente, a combatir la corrupción política con su sede en Berlín, pero con una red que recibe información subjetiva de los encuestados, careciendo de objetividad, no investiga y solo busca la opinión de quienes hacen oposición al gobierno, no tiene moral, ni ética para hacer ningún tipo de pronunciamiento, lacayos del imperio. La Fuerza Armada es de estirpe patriota, sus hombres y mujeres juran entregar su vida en defensa de nuestro pueblo y a diferencia de otros países todos sus componentes están llenos de pueblo y no de burguesía. Contamos con un ejército patriota, antiimperialista, unido, integrada con los más altos principios bolivarianos.
No es ningún secreto para cualquier analista político que en los principios de la guerra asimétrica o guerra de IV generación (Fourth Generation Warfare), se contemple que el aspecto mediático es como un armamento poderoso determinante para neutralizar y vencer al adversario. El carácter agresivo en el uso de los medios de comunicación es tan eficaz como las divisiones militares. Sus aparatos audiovisuales, telemáticos, herramientas y artes se convierten en poderosos misiles, tanques y aviones bombarderos que vulneran la confianza y moral de los combatientes y ciudadanos. El papel bélico y uso político de los medios de comunicación es un principio de poder para la dominación y éxito en la guerra postmoderna.
Mediante el uso siniestro de mañas subliminares de persuasión se puede lograr que se genere zozobra, miedo y desmoralización en los habitantes de una región objetivo. Sin ser guerreritas, quienes contamos con la oportunidad de usar medios impresos y audiovisuales tenemos el deber histórico de luchar contra estas sutiles armas y estrategias de los poderosos de siempre. Nuestra solidaridad con los hombres y mujeres de la Patria que hacen de la FANB la más digna representación de la defensa, protección y amor por el pueblo humilde y soberano de Venezuela. ¡Viviremos y Venceremos!