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La actitud política de cada persona es tan humana y natural como el carácter individual. El juicio político forma parte del sistema de creencias y preferencias que intiman sagradamente con nuestro ser. El pueblo bolivariano tiene todo el derecho a profesar su ideología sin agraviar ni increpar a los demás. Cuando se escarnece a las ideas políticas, se ofende también la dignidad personal y de un pueblo. Deplorablemente, la burguesía venezolana y la actitud rancia opositora que cohabitan entre nosotros, siempre han estigmatizado al pueblo patriota y chavista. Creo firmemente que no se sienten pueblo llano y humilde. En demasiadas ocasiones han ofendido la estirpe popular mulata y mestiza de la mayoría de compatriotas de todos los rincones y barriadas del país. Se entrevé en los comentarios de muchos voceros de la burguesía, que somos un “fandango de locos y merienda de negros”, que no tenemos conciencia y determinación principista para tomar las acciones históricas que determinen nuestro destino como nación soberana, libre e independiente. Lamentablemente estas actitudes agresivas a la dignidad humana, se han incrementado con la sensible partida de nuestro bien amado Comandante Chávez. El mismo candidato opositor ofendió sin escrúpulos, a los seguidores patriotas y en particular a su respetada familia barinesa; cuando puso en tela de juicio la data de fallecimiento de nuestro Comandante Eterno. Con una degenerada ola de rumores propagaron perniciosos epítetos contra su memoria, recuerdo y afectos. En ocasiones escuchamos en alguna aglomeración, colas o lugares, a opositores tirar puntas y sarcasmos ofensivos al Gobierno revolucionario y alusivos a la remembranza chavista. No tengamos dudas compatriotas en defender de inmediato el honor de la revolución y la presencia de nuestro Comandante. Con la característica sapiencia del pueblo de las dificultades y heroísmo de mil batallas; con mucha firmeza y sin alterarnos, dirijamos la atención y respuestas a estos cobardes ultrajes de los que ya se saben derrotados. No permitamos que nadie en su santo juicio ofenda la memoria de este ser humano y pariente nuestro que entrego su vida al servicio de la patria, y en especial al pueblo humilde que seguirá amándolo. Dudo que dejen de hacerlo, no cambiaran por ahora. Entre tantas razones propinémosles una soberana derrota este próximo 14 de abril 2013, para que sean serios. Antes las ofensas a Chávez, victoria popular. Viviremos y venceremos.