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Quién puede dudar que los mundiales de fútbol no son poca cosa para la humanidad postmoderna del siglo XXI. La Copa FIFA mundialista se ha convertido en una fenomenología cultural más que deportiva. En este encuentro societal se involucran no sólo los aspectos del la marquesina y el mercado globalizado, como también a los 3500 millones de televidentes que en el planeta verán juntó a su familia, grupos de amigos, futbolistas y ajenos este magno acontecimiento; comentaran y seguirán cada uno de los juegos del «deporte rey» y sus emblemáticos jugadores. Cuando se selecciona a un país para ser sedé del Mundial de Fútbol, se convierte de hecho en referente internacional para las inversiones en muchos renglones de la economía y la infraestructura civil; el caso de Brasil no es nada excepcional en esta dinámica retrospectiva. Esa nación hermana ha realizado exitosamente en muchas oportunidades este tipo de espectáculo, tanto con la aceptación global como la de sus ciudadanos y fanaticadas. El fútbol en Brasil es más que un deporté, es la vida de un pueblo; eso lo sabemos. Entonces ¿por qué se están presentando estos hechos vandálicos de la política transgresora en algunas ciudades brasileñas previos al evento? ¿Son espontáneas las muestras atípicas de las concentraciones anti mundial? Los tentáculos de la teoría del poder blando internacional y golpe suave están metidos en la planificación y acción de estas hostilidades al Mundial Brasil 2014. Ya se sabe y es comidilla internacional que no son los problemas sociales y exigencias laborales el porqué se quiere desprestigiar a la nación brasileña por parte de los poderes hegemónicos del capitalismo; estos truhanes y transgresores no aceptan fácilmente el advenimiento de la emergente y competitiva economía brasileña. La Presidenta Dilma Rousseff discreta y sensatamente lo ha dejado entrever, al mencionar que estas manifestaciones no responden al » Humor Brasileño». En qué cabeza cabe que tengan que paralizar al Metro que sirve a los 15 millones de habitante de San Paulo, en pleno inicio del campeonato y juego inaugural. La Fuerza Armada y Policía Federal lo intuyen; han detectado la conexión entre malhechores y comentaristas que visitan a Brasil con esas intenciones. Las noticias sobre el mundial se han querido enturbiar buscando provocar a la hinchada contra su Presidenta y demás organizadores. Desde los centros del poder mediático se han girado instrucciones para esto fines, basta escuchar hasta los mismos de Directv que solapadamente critican al mundial por no hallar suficientes estantes de refrescos y gaseosas para el consumo masivo. Las naciones pro imperialistas norteamericanas y europeas no terminan de aceptar la multipolaridad y creciente desarrollo de muchas naciones emergente agrupadas en el BRICH. De parte de los venezolanos solidariamente nos unimos a esta fiesta mundial de los pueblos. La fraternidad, la alegría y La Paz tienen que estar por encima de la transgresión política de estas mentes de cato que insensatamente muestran sus amarguras. ¡Viva Brasil y su pueblo glorioso! ¡Viva el Mundial 2014! Venceremos.