Artículos

2.Ene.2015 / 05:42 pm / Haga un comentario

Grano de Mostaza.
William Fariñas

Año 2015: Deseos y Construcción Compartida.

Los momentos finales de cada año son mágicos, es inevitable el encuentro sentimental de múltiples posibilidades para la reflexión y la  meditación. Por más que lo evitemos, instintivamente   aparecen las interrogantes del porvenir y los deseos. Indudablemente que los seres humanos queremos la felicidad. Muy pocos niegan este postulado. La mayoría de las creencias supremas e infinitas de la vida y la transcendencia se inspiran en principios y valores de bien; aun las posturas acérrimas del individualismo y ateísmo que centran sus energías en lo personal y su desarrollo particular, para ellos también la felicidad es una búsqueda compartida. Nadie es feliz absolutamente solo y en sí mismo, sino se tiene a su lado alguien con quien compartir sentimientos y acciones de gratitud y amor. La humanidad esencialmente es gregaria, es un convivir eterno y consecuente. Cada niño, joven o adulto, necesita en la profundidad de su cuerpo, alma o espíritu, ser amado y respetado por, para y con el otro. Es más, la autentica felicidad se percibe cuando también en algún grado sabemos y sentimos que los seres queridos con quienes vivimos gozan de las modestas bondades y dones de la felicidad. Observamos por todos lados a gente, que con mayor o menor riquezas o humildad es feliz al lado de los suyos. Esas sensaciones de relativo bienestar no responden a estratificación social ninguna, ni etaria, ni estatus socioeconómico. En este contexto ubicamos a la paz y el respeto sagrado a la vida. Sólo las mentes desbordadas de odio, perversión e intoxicación pueden negar que la paz sea un valor fundamental de la aspiración humana. Es cierto que la conflictividad está muchas veces a flor de piel y puede generar situaciones complicadas a la confraternidad ineludible en las relaciones sociales. Pocas son las voces que alientan las miserias de los guerreristas y demás cultores de los desastres y confrontaciones de todo tipo. Se demanda hoy la imperiosa necesidad de construir socialmente caminos sólidos de entendimiento y respeto mutuo. La embestida de los intereses personales, grupales, corporativos e internacionales es un potencial petardo al equilibrio, ponderación y sensatez que demanda la humanidad. Es obvia la conducta naturalmente transigente y contrapuesta de los hombres y mujeres en distintos casos; no obstante, la dimensión de la paz se descubre desde la perspectiva individual y espiritual de cada quien; pasando por la interrelación de las parejas y familias, las comunidades, asociaciones y empresas, las sociedades nacionales y globalizadas. Se demanda hoy la imperiosa necesidad de construir socialmente caminos sólidos de entendimiento y respeto mutuo. La embestida de los intereses personales, grupales, corporativos e internacionales es un potencial petardo al equilibrio, ponderación y sensatez que demanda la paz. Es obvia la conducta naturalmente transigente y contrapuesta de los hombres y mujeres en distintos casos; no obstante, la dimensión de la paz se descubre desde la perspectiva individual y espiritual de cada quien; pasando por la interrelación de las parejas y familias, las comunidades, asociaciones y empresas, las sociedades nacionales y globalizadas. Es responsabilidad generacional de quienes vivimos este milenio sedimentar realmente una cultura de la paz y la vida. Los venezolanos hemos atravesado momentos sumamente conflictivos de distintos órdenes en este 2014; ha sido un aprendizaje traumático y en ocasiones sumamente doloroso. El Estado como soporte supremo de los intereses colectivos tiene la responsabilidad absoluta de velar, construir y preservar esos senderos por la paz social, familiar y personal de quienes vivimos en esta tierra de gracia. Creemos firmemente que con el auxilio amoroso del Príncipe de la Paz, Cristo Redentor de los pueblos nuestra nación aportara para sus ciudadanos y concierto internacional el entendimiento necesario para lograrlo. ! Viva La Paz para el 2015! Venceremos.

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación.

Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos.