Artículos
Grano de Mostaza
William Fariñas
La característica más sustantiva de la Revolución Bolivariana seguirá como el ejercicio genuino del poder soberano del pueblo en todos los asuntos de la vida republicana. Aún estamos en constituyente, en permanente construcción colectiva de un nuevo. Estado que garantice la independencia integral de la patria venezolana, que fundamente su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia social y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Durante todo este proceso la figura paradigmática y el liderazgo amoroso del Comandante Supremo Hugo Chávez, junto a los poderes creadores del pueblo han sido nuestro faro redentor por la liberación y auténtica emancipación. Nuestra sociedad se propuso un profundo cambio social y político del régimen imperante por más de un siglo de la llamada IV república. La aprobación popular de la Constitución Bolivariana confirmó legítimamente y de manera contundente la ruptura del ordenamiento jurídico representativo que le dio sostén al Modelo del Estado Liberal y al conjunto de instituciones decadentes del puntofijismo que lo integraban; dando un paso a la creación de un nuevo Estado Social de Derecho y Justicia donde efectivamente cobra vida el concepto de soberanía popular como ejercicio pleno del poder del pueblo. La esencia del Poder Popular como expresión genuina del quehacer y mandar están presente transversalmente a través de todo su articulado, superando la cerrada visión normativa y estructuralista de todas las anteriores constituciones y especialmente la moribunda de 1961, que determinaban un contexto cerrado e inexpugnable, destinado a impedir cualquier cambio al sistema de dominación y explotación de la sociedad burguesa y capitalista de los últimos cien años. El Jefe del Estado Nicolás Maduro, ha venido reiterando de forma sistemática la necesidad de involucrar directamente al pueblo llano a la toma de decisiones ejecutivas y legislativas del poder gubernamental, para permitir que las leyes y actos de gobierno sean expresión de la voluntad popular y de la realidad concreta que vive Venezuela en la coyuntura históricas de transformación política, económica, social y cultural, en función de la construcción de una sociedad socialista. Esta apreciación exige de los diputados patriotas y chavistas la orientación del poder político en la elaboración de leyes revolucionarias desde el mismo seno de las comunidades; asumiendo con conciencia su emancipación, la cual lleva implícito el ejercicio de la corresponsabilidad y la contraloría social eficaz. Ante esta apremiante realidad, la principal carta de navegación de los nuevos aspirantes a diputados del PSUV es la Constitución Bolivariana de 1999 ; en virtud que es la expresión más contundente y avanzada que ha tenido el glorioso pueblo venezolano en su actitud revolucionaria, protagónica y participativa como ejercicio pleno de su soberanía en tiempos heroicos del huracán bolivariano. Venceremos