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La lucha del gobierno Bolivariano y del Jefe del Estado Nicolás Maduro para mantener la paz de la república es y será todos los días, durante las 24 horas, mañana, tarde y noche. Es un esfuerzo sostenido con mucha firmeza, ecuanimidad y ponderación, el cual tenemos que acompañar solidariamente como pueblo consciente, patriota y chavista. Más allá de las vicisitudes, tragedias y paradojas que hemos pasado por causa del clima, las lluvias, sequías y del ambiente, además de los ataques terroristas y fascistas de las «guarimbas», y de los asesinatos selectivos como la del Diputado Robert Serra y María Herrera; en esta oportunidad nos enfrentamos a un enemigo difuso, a veces evidentemente presente, otra poco tangible y hasta invisibles. La mayoría de las ocasiones no usan sistemas armas mortales y destructivas mata gente, como aviones bombarderos, tanques, submarinos nucleares, balas y misiles. Eso sí utilizan muy bien imágenes, vídeos, sonidos y titulares con mucha información direccionada y manipulada que intentan excitar negativamente los sentidos, las mentes y corazones del pueblo humilde y sencillo. No son combates entre soldados uniformados y armados hasta los dientes como en las películas; No se trata de una confrontación para conquistar inmediatamente territorios y lugares, sino de una guerra para conquistar los cerebros, sentimientos y actitudes de los ciudadanos; Las batallas ya no se desarrollan en espacios lejanos, sino en nuestra propia cabeza y economía inmediata de la persona. El objetivo ya no sólo es matar, sino manipular y desmoralizar; no son proyectiles que apuntan al cuerpo, sino con desinformación que alimentan las contradicciones y vulnerabilidad psicológica de la población, las asimetrías y debilidades económicas, a la debacle financiera de las divisas entre otras perversidades para desestabilizar al país. La conducta personal y social del venezolano está siendo permanentemente chequeada y monitoreada por expertos apátridas en estas tipologías de guerras. La mente y las emociones están siendo sometidas a operaciones extremas de guerra sin límites morales y éticos. Una guerra sin frentes ni retaguardias, una guerra sin tanques ni fusiles, para que el pueblo sea la víctima y victimario. Es manipulación pura y simple de la más burda guerra psicológica imperial. El Manual de Capacitación de Fuerzas Especiales del Ejército de EEUU en Guerra No Convencional de noviembre de 2010 en sus 97 páginas resume cada una de estas acciones que se han ejecutado con muy buenos resultados en varios países como Libia, Siria, Ucrania y Venezuela, (“U.S. Army Special Forces Unconventional Warfare Training Manual November 2010”) Esto confirma que frente a la magnitud de este enemigo con supremacía militar y tecnológica, las luchas políticas, ideológicas y psicológicas de la revolución bolivariana adquieren una singular importancia en la defensa y seguridad del país. Vienen decisiones muy importantes del Jefe de Estado para neutralizar a este enemigo y su legión de lacayos. El presidente Maduro tiene la consistencia y liderazgo para neutralizarlos. La sabiduría y moral del heroico pueblo venezolano es su principal sostén. Con la ayuda del Dios de los ejércitos y Redentor de los pueblos saldremos nuevamente victorioso ante estas dificultades. Venceremos.