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Grano de Mostaza
William Fariñas
Venezuela y Colombia: “Un Detalle desintegrador”.
Mas allá de Las realidades políticas, geográficas, territoriales e históricas; Lo evidente es que nuestros dos hermanos países en términos fronterizos, siempre estarán uno al lado del otro. Las redes de interdependencia en estas zonas cada día se vuelven más complejas y apremiantes para las comunidades que la habitan. En el caso venezolano ha sido prioridad para el Jefe del Estado Nicolás Maduro Moros, atender la frontera Colombo Venezolana, superando cualquier ejercicio de suma cero y desintegración. No es ninguna ficción que en todo lo largo y ancho del país habiten más de 5 millones de compatriotas colombianos, quienes en su gran mayoría comparten con nosotros las virtudes de la convivencia del gentilicio venezolano consagrado en nuestra constitución bolivariana. Los bienes más preciados de nuestra nación no solo es el petróleo y sus riquezas tangibles naturales: es la vida en libertad, justicia, igualdad, solidaridad, democracia con responsabilidad social participativa y protagónica, construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo, la preeminencia de los derechos humanos y en general la ética y el pluralismo político. No obstante, es muy bien cierto como se han desatado acontecimientos absolutamente denigrantes que atentan contra la seguridad de la nación. No es poca cosa la fenomenología terrible y asesina del paramilitarismo, el brutal contrabando de extracción y la descarada bellaquería contra nuestra moneda, así como el narcotráfico y el sicariato entre otras viles violaciones que son auspiciadas y ejecutadas por bandas criminales y políticas que operan impunemente desde la frontera colombiana. Nuestros connacionales de este lado sufren estas viles calamidades y el Estado Venezolano tiene la obligación moral de responder responsablemente ante estos agravios en el marco de su soberanía y leyes de la república. La cooperación y la hermandad no son conceptos de la retorica diplomática simplemente, tiene que ser el resultado de una estrategia aplicada honestamente si queremos lograr fines comunes. Muy bien sabe el gobierno colombiano que existen actores políticos que abiertamente conspiran contra la estabilidad política y económica de Venezuela; tal es el caso de Álvaro Uribe Vélez, y es aquí en este importante ¨detalle¨ en el cual recaen gran parte de las responsabilidades del gobierno de Colombia si quiere girar en torno al respeto, la confianza y la lealtad, superando este detalle desintegrador. La solución tiene que ser parte de un plan de acción con el que se involucre y comparta los auténticos valores de la hermandad y cooperación que tienen que existir entre nuestros pueblos de profunda parentela bolivariana para el bien de nuestros pueblos hermanos. Venceremos