Artículos

29.Jul.2011 / 09:11 pm / Haga un comentario

El espíritu y alma del pueblo venezolano no requiere de muchas explicaciones para descifrar las perniciosas intenciones del imperio norteamericano para con nuestra patria venezolana. Nuevamente el poder gubernamental de Los Estados Unidos de América muestra a varios de sus cancerberos para que ladren a los que consideran que Venezuela es una de sus colonias. Es la misma dinámica milenaria de los imperios para acobardar a los pueblos en su justa liberación. Hay que ver el descaro de los halcones y sus perros de caza, refiriéndose a un pequeño pero noble país, gigante en dignidad y soberanía. Ha sido un deber patriótico de primer orden del Comandante Chávez, informar continuamente sobre los planes que tiene la primera potencia militar del planeta contra la tierra digna de Bolívar. Es necesario que este proceso comunicacional se intensifique en virtud que continuamente voceros gubernamentales del Estado Imperial arremeterán cada vez más hacia nosotros. Inclusive no dudo que los acérrimos detractores del gobierno bolivariano, los pitiyanquis de aquí y de otros lugares, los lacayos de siempre y las malinches de la historia, no oculten sus maléficas pretensiones. Bien equivocados están quienes piensan y actúan creyendo que el sentimiento y amor patrio se pueden manipular con matrices de opiniones prefabricadas en laboratorios de guerra de IV generación (Fourth Generation Warfare). Se nos acusa, desde poseer armas atómicas y venta de uranio, hasta utilizar las bombillas ahorradoras de energía como instrumentos de espionaje a la población; en algún momento estarán preocupados por el Satélite “Simón Bolívar” y la guerra espacial. La estratagema utilizada por el imperio contra el noble pueblo Iraquí haciendo creer el tema de las armas de destrucción masiva se les cayo, y más temprano que tarde veremos a las fuerzas patriotas iraquíes retomar su autodeterminación. Indudablemente que Chávez y el pueblo patriota venezolano los tienen locos. En definitiva la principal preocupación del imperio es que la patria venezolana se consolida cada vez más en su visión y actitud soberana, especialmente cuando se ha certificado a nuestra nación como la primera reserva internacional de petróleo del mundo, con aproximadamente 300 mil millones barriles; lo que amerita fortalecer nuestra defensa y seguridad ante las apetencias de esta maquinaria de guerra y primer gran glotón consumidor de hidrocarburos. Lo más neurálgico es que esta situación difícilmente cambiará porque los pronósticos económicos no son nada halagüeños para la nación norteamericana. La sabiduría infinita de la historia nos ha mostrado las locuras de los imperios cuando están sucumbiendo y en franca decadencia. El drama inmobiliario es insostenible. Los precios de las viviendas están lejos de haberse estabilizado y muchos anticipan que la burbuja seguirá elevándose; el desempleo continúa por las nubes, la confianza de los consumidores permanece en el limbo y los políticos en Washington están cada día más desconectados de los problemas que afectan al ciudadano común norteamericano; más bien se encuentran entrampados y enfrascados en el debate para lograr un acuerdo que permita elevar la deuda del país y evitar caer en el temido impago, tanto el Congreso como la Casa Blanca están concentrados solamente en ver qué gastos y programas sociales recortan. Nadie menciona que más de 30 millones de habitantes de ese país están adictos a la marihuana, cocaína y otras drogas, lo que debería ser una prioridad. Nosotros respetamos al pueblo de los Estados Unidos y sus problemas, no obstante solicitamos al gobierno imperial dejen que los pueblos del mundo vivamos en concordia. Nuestro legado de hermandad y amantes de la paz, como pueblo mestizo, se ha construido a partir de sacrificios y dificultades, de cruentas guerras y abominables matanzas, de dominación y luchas, de confrontación primigenia contra invasores, de dominación clasista, colonialista y esclavista, de guerras civiles y de una esplendorosa emancipación y ahora liberación. Tenemos un génesis republicano de lucha, solidaridad, tolerancia y cooperación; somos un pueblo que no ha guardado rencor, ni odios hacia nadie por nuestros trances, holocaustos y conflagraciones; al contrario hemos tenido el talante y madurez para superar los insondables prejuicios contra quienes han sido nuestros enemigos y adversarios. Venezuela es una tierra de gracia y honor para abordar estos delicados asuntos de conflictos sin ninguna vacilación; de hecho la República cimienta su doctrina de Estado en la conciencia, ideas y acciones de nuestros libertadores y ciudadanos ilustres; tiene entre sus referentes al caraqueño Simón Bolívar, al maestro Simón Rodríguez, a la heroica Luisa Cáceres entre centenares de hombres y mujeres combatientes e insignes. El patrimonio cognitivo de valores y actitudes de la sociedad venezolana es herencia de abnegaciones infinitas por lograr la libertad, la igualdad, la justicia y la paz! Viviremos y Venceremos!

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación.

Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos.