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16.Dic.2011 / 08:20 pm / Haga un comentario

Desde diciembre de 1999 el pueblo de Venezuela construye un paradigma emblemático de sociedad; el hecho trascendente de aprobar en referéndum la Constitución Bolivariana marca el devenir de III milenio en la patria de Bolívar. A mi juicio es este el evento político constituyente que recoge el esfuerzo, tesón, sacrificio y dedicación de una generación de compatriotas que soportaron las vicisitudes de las décadas del 60, 70,80, y 90 para así materializar los sueños y utopías de un pueblo en su lucha redentora. Cuando se define a la Constitución del 99 como bolivariana es en el sentido profundo de rescatar el legado histórico de la generación emancipadora, que durante la gesta y revolución del siglo XIX guerreó por construir una patria soberana, libre e independiente de cualquier sometimiento imperial. Indudablemente que estas luchas han sido fruto de un gran movimiento y sentimiento bolivariano, que cohabita inmortal en las entrañas del pueblo, que ha impulsado este proceso revolucionario sustentado en la imagen insigne de la figura, pensamiento y acciones del Libertador Simón Bolívar. Los principios de solidaridad social y del bien común conducen al establecimiento de un Estado Social de Derecho y Justicia. Hemos captado durante toda este tiempo del 2000 que son pocos los adversarios contumaces de la nueva constitución; no obstante la gran mayoría patriota y ciudadana de la republica comprometida con el proceso integral, confía plenamente en su proyecto de patria. Los venezolanos aspiran a un desarrollo humano con calidad de vida digna, en libertad, igualdad, respeto imperecedero a la preeminencia de los derechos humano, a la ética y al pluralismo político, al sueño civilizatorio de construir una sociedad justa y amante de la paz. El gran desafió de la hegemonía política bolivariana es la inclusión social en toda su amplitud, en todos los sectores de la vida nacional. La inclusión del latín inclusio onis, que significa conexión o amistad, apego, simpatía, aprecio, y amor por otros. La inclusión tiene un alto grado inspirativo de los postulados cristianos de amor al prójimo como principal legado del redentor Jesús de Nazaret. La inclusión social tiene un sentido similar, es reconocer en los grupos sociales distintos el valor que hay en cada diferencia, el respeto a la diversidad, y el reconocimiento de un tercero vulnerable, con necesidades específicas que deben ser saciadas para que pueda estar en condiciones de igualdad y disfrutar de sus derechos fundamentales. Pero en lo tangible estaremos cerca de tener una sociedad justa, equitativa y solidaria, una sociedad donde todos por igual estemos incluidos en la medida que se tomen acciones actitudinales y políticas públicas sociales que garanticé las muestras de amor por cada sector social y político por muy alejado y adversario que sea. La autentica y mas grande fortaleza de la revolución bolivariana es que es una revolución de amor, y el amor es imperecedero y capaz de perdonar y entregar todo por la felicidad del prójimo. Venceremos.

 

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