Artículos

2.Mar.2012 / 08:18 pm / Haga un comentario

La naturaleza social y la necesaria vivencia en compañía con los demás semejantes, nos llevan a tratar de congeniar o confrontar la existencia en común con los distintos pareceres, posturas, conductas y visiones que compartimos en sociedad. Aún en la familia como célula sustantiva del crecimiento personal e individual, se evidencia que hay momentos para contraponer las incongruencias y disonancias de la vida. Por supuesto a nivel interpersonal y grupal se viven situaciones potencialmente conflictivas que son manejables a la luz de los sentimientos, afectos, conductas e intereses de los participantes. No obstante, es real que pocas familias no logran los consensos esperados y se dan fracturas que persisten en el tiempo a pesar de los lazos que inicialmente los adherían. La generación de conductas hostiles, defensivas y resistentes es producto de la dinámica de la confrontación y en absoluto debe interpretarse como algo perverso e irreconciliable. Si bien es cierto que la confrontación es potencialmente una fuente de conflictos, la experiencia societal por el contrario nos indica que una vez superada la crisis, se movilizan procesos actitudinales y recursos conductuales, cognitivos y emocionales para producir mejores respuestas a la convivencia social. La sabiduría popular lo ha dicho por milenios: No hay guerra que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. Esta trascendentalidad poco tiene que ver con la resignación y la incertidumbre, más bien es el resultado de la capacidad cognitiva de los seres humanos por la adaptación a la realidad dialéctica de las fuerzas e intereses en conflicto. En el caso particular de las elecciones del 7 de octubre 2012, la oposición venezolana no tiene porque echarse a morir ante la inevitable victoria de Chávez tal como lo demuestra el escenario electoral. Sin asumir una posición triunfalista, estamos consientes de que la victoria electoral del chavismo, necesariamente nos obliga a abordar esta realidad confrontacional con este sector influyente de la sociedad venezolana y con muchos compatriotas que por principios, confusión y hasta desconocimiento levantan banderas de oposición. Tampoco estas opiniones son matices acomodaticios de negociación o pacto velado a sus intereses políticos y crematísticos; menos ingenuidad ante los potenciales adversarios y sus amenazas. La burguesía nacional, mas allá de su soberbia, y por muy encompinchada a los intereses foráneos tiene suficiente racionalidad para adaptarse a los cambios inevitables que la misma crisis de economía capitalista mundial está demandando. La transición al socialismo bolivariano requiere del esfuerzo colectivo de una clase empresarial seria y patriota. Si por el contrario la burguesía y plutocracia criolla se apresta a desconocer, boicotear o promover y encubrir situaciones potencialmente bélicas contra el pueblo bolivariano antes, durante o después del proceso eleccionario venidero; tengan la seguridad que la fuerza de la revolución no tendrá contemplación para sofocar cualquier desconocimiento a su voluntad soberana, y con toda certeza se verán afectados inmediatamente sus intereses pecuniarios, mercantiles y financieros dentro de nuestra nación. Ante esta realidad potencialmente convulsionada, la revolución bolivariana ha hecho y hace un esfuerzo principista por la inclusión social, afectiva y moral de todos los que habitamos esta patria de Bolívar; El mismo Comandante Chávez como militante de la vida es un ser de reconciliación y amor, y tiene la suficiente moral y firmeza para decidir con el pueblo sobre los destinos de la nación. Cada compatriota venezolano tiene y siente el respeto a sus visiones, pensamientos y posturas políticas enmarcadas en el espíritu de la Constitución del 99, durante todo este tiempo heroicos desde 1998. Hay suficientes eventos y realidades que evidencian momentos cumbres de la confrontación durante toda esta época y aun así la patria venezolana muestra cada vez más al mundo que construimos una sociedad centrada en la paz y la felicidad para el bien presente y de nuestras futuras generaciones. Ha sido un gran desafío humano conciliar lo reconciliable y confrontar lo inevitable, y la revolución bolivariana está preparada para continuar en ello. Viviremos y Venceremos.

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación.

Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos.