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27.Jul.2012 / 03:02 pm / Haga un comentario

La historia se enriqueció con la llegada de la tecnología de la fotografía, el sonido y el video. Los testimonios de la vida pasada en sus distintos eventos, son escudriñados hoy al calor de las artes, las técnicas y las ciencias. La necesidad positivista de asignarle el dato empírico a la naturaleza y los hechos, contribuyeron a la aceptación de esas situaciones. La fotografía nace con la era pre industrial y supera rápidamente al retrato como símbolo burgués de su ascenso social ante el mundo. La pintura como instrumento para captar la abstracción de las circunstancias pasó a un segundo plano. La era del dibujo se aísla en su interés conexo de simplificar a la historia y el entorno socio cultural. La etapa elitista de mostrar a los seres humanos en bocetos era un asunto clasista, los pobres solo aparecen en las pinturas por pura inspiración artística, simplemente no tenían como pagar los honorarios a los pintores. El siglo XIX fue el primero en mostrarse en blanco y negro para la historia. Cuando la fotografía llega a Venezuela y se hace realidad en 1841, muchos de nuestros héroes épicos de la revolución independentistas habían fallecidos, entre ellos el padre de la patria Simón Bolívar. La iconografía del Libertador se ha conservado como piezas importantes del perfil arquetípico de este prohombre venezolano. La develación de la reciente imagen de nuestro héroe paradigmático, ha exigido un ordenamiento temporal basado en múltiples criterios científicos, suficientemente valorados por especialistas en la materia. Más allá de estos asuntos técnicos, el aporte de nuestra generación del siglo XXI, ha quedado plasmado para la historia como contribución a develar características particulares de la imagen de nuestro padre Libertador. Ha sido un asunto colectivo tratado con seriedad por nuestros mejores profesionales venezolanos, con ayuda de gente sensata del campo tecnológico. Quienes niegan esta situación parecieran tener mezquindad en reconocer que cada época aporta en sus saberes la necesidad espiritual del conocer el pasado. Los seres humanos estamos atados a nuestros orígenes y todo lo que ello signifique. Hay quienes quieren borrar la historia y sus personajes, sólo con fines mentecatos de las relaciones del poder temporal que dan las riquezas crematísticas. Contar en este inicio de este siglo con los estudios que se han realizado sobre la imagen tridimensional del rostro de Bolívar, es sencillamente estar a la circunstancia del momento histórico de los avances científicos. Los artistas y precursores en distintas períodos fueron cuestionados por sus aportes y avances. Quién en su santo juicio pudiese haber negado en el siglo XVIII, que pintar un retrato de un personaje era una afrenta a su época; era tan normal como hoy es normal usar estas técnicas y especialidades. Millones somos los venezolanos y amantes de la historia que sentimos beneplácito por estos hechos acorde a los tiempos y espacios. La imagen imperecedera de Simón Bolívar y su legado como ser humano que amó a la patria está sembrado para la eternidad en nuestras mentes y corazones, y eso no lo podrá derrumbar ningún interés politiquero bastardo que no perciben estas realidades. Bolívar Vive y la lucha sigue en estos tiempos heroicos de un pueblo decidido a mantener su honra y sueño libertador. Viviremos y Venceremos.

 

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