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Faltan apenas 14 días para la realización del principal evento político de la década; indudablemente que la elección presidencial del próximo 7 de octubre 2012 marcará los venideros años hasta más allá del 2020. A todas luces será determinante tanto para los patriotas bolivarianos y demás fuerzas políticas revolucionarias y nacionalistas que apoyan la reelección de Hugo Chávez, y por otro lado para los ímpetus democráticos opositores que apuntalan al aspirante de la derecha Henrique Capriles. La dinámica se ha polarizada entre estos dos personajes conjuntamente con sus planteamientos programáticos, limitando a los otros candidatos inscritos a este histórico acontecimiento. Lo cierto del caso es que el CNE como la institución electoral, ha sido precisa para generar ampliamente la confianza arbitral del proceso eleccionario. Aunque se capten atisbos por degradar la contienda electoral y sus resultado estamos seguro que la madurez del pueblo soberano de Venezuela podrá solventar cualquier atajo que atente contra su soberanía para elegir su destino democrático. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana y demás organismo de inteligencia y seguridad estarán atentos ante cualquier posibilidad que personajes o grupos quisieran alterar el necesario orden y convicción de los electores. Los medio de comunicación social jugaran un papel resaltante para emular las virtudes republicanas de este decisivo suceso. La paz ciudadana será el objeto por lo cual todos debemos apostar. Los venezolanos contamos con un organismo electoral capacitado ampliamente desde el punto de vista organizativo, telemático y tecnológico, por demás probado en la solvencia institucional y valorativa de las elecciones en nuestro `país. A mi juicio las cartas ya están repartidas, será poco lo que se pueda hacer a esta alturas de la campaña apenas a pocos días para la contienda; la mayoría de los electores ya tienen conciencia por quién votar; sólo una poca proporción esta indecisa y un porcentaje mínimo será abstencionista. Los responsables partidistas con la organización y movilización del evento electoral están afinando los detalles finales de la conducción del voto para sus millones de partidarios. Somos venezolanos de una misma estirpe quienes en paz y democracia estaremos decidiendo quien será el próximo presidente de la república y no hordas enemigas que van a la expiración de sus contrincantes. Creo sinceramente que la inclusión social, afectiva y política será el rasgo sobresaliente de la revolución bolivariana para madurar la revancha natural de la democracia participativa y protagónica después del 7 Oct. No dudo que el Presidente Chávez saldrá victorioso e invicto en esta contienda civilizada del pueblo venezolano; con la ayuda de Dios y en su amor sincero de militante, El Comandante llamará y colaborará en construir una oposición democrática, seria, necesaria y responsable para las próximas décadas de este siglo XXI. En ello, con sinceridad y humildad, desde ahora estoy a la orden para que nuestros compatriotas opositores canalicen sus inquietudes políticas cercanas a la sabia dirección de Estado que sabrá imprimir en el futuro el Presidente Hugo Chávez. La patria y el pueblo primero. Vi iremos y Venceremos.