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Grano de Mostaza
@WilliamFariñas
La Habilitante 2013 es auténticamente memorable y tiene espíritu popular revolucionario; aun sin estar aprobada por la soberana Asamblea Nacional recorre con rectitud e intimidad protagónica distintos lugares, ciudades, campos y poblaciones de la nación. La mediática internacional la tiene en la mira; lamentablente imágenes del pueblo humilde ha querido ser humillado por estos acontecimientos. En sí misma, la Habilitante concentra el crisol del pensamiento político de estos tiempos huracanados. Los intensos y polémicos debates no sólo se dan en el recinto parlamentario, también se sienten en los hogares, sitios de trabajo, centros comerciales, bodegas y mercados. No ha sido la única habilitante revolucionaria en tiempos del Gobierno bolivariano; no obstante, la habilitante 2013 ha emergido en un momento crucial que demanda conciencia pétrea para dar la batalla a fondo por consolidar una nueva ética política y moral republicana. Somos testigos que el Bienamado Comandante Chávez exigió al Presidente Maduro “¡Mano de Hierro!” en la lucha y actitud irreductible contra la ineficiencia y la corrupción en la administración pública. Especialmente en estos momentos de la salvaje y endémica guerra económica, los ciudadanos de las clases medias y trabajadoras han sentido las profundas contradicciones del modelo capitalista usureo y corrupto; a la hora de adquirir artefactos necesarios del hogar, bienes de consumo y servicio. Es inmanentemente inmoral la posición de los sectores de la burguesía parasita que se contrapone a sectores empresariales serios, productivos y sensatos. De manera directa se percibe en los debates de los diputados nacionales la confrontación de los dos modelos. Por un lado vemos a los opositores, quienes no disimulan sus intenciones de favorecer en sus comentarios a los empresarios capitalistas, que diezman los sueldos de los trabajadores y salarios de las familias venezolanas; y en la bancada revolucionaria, a los diputados patriotas bolivarianos defendiendo los intereses y bolsillos de los venezolanos. El glorioso pueblo de Bolívar sabe quiénes están dando la lucha a su favor allí en el recinto del Palacio Federal. La burguesía parasitaria y sus lacayos se preguntan ¿quién es el Diputado 99? y les respondemos: ¡Es el pueblo soberano de Venezuela! ¡Todos somos el Diputado 99! Son suficientes las voces patriotas por el sí y por lo tanto aprobar contundentemente la Habilitante 2013. Es una victoria popular. En absoluta confianza acompañaremos, al Presidente Obrero Maduro, en estas apremiantes decisiones de construir una nueva ética política y disciplina socialista del Estado Bolivariano de Venezuela. Estamos históricamente resueltos a realizarlo con el favor del Cristo Redentor de los pueblos y la memoria eterna de nuestros libertadores. Venceremos.